15.3.08

Lo único que tenía de hippie eran las sandalias

Me olvidé, ché. No sabés cómo me vengo olvidando de todo. Me olvido, me olvido cosas, las pierdo. Algunas las recupero, son descuidos más que olvidos, algunas. Las llaves las recuperé, por ejemplo, me las había dejado arriba de la mesa de trabajo. Primero perdí la billetera, había cobrado en verdes, sabés lo que es eso, y como un boludo al rato ya no la tenía. Me desesperé, revolví bolsillos y vacié la carterita, transpiré delante del chabón, que me miraba; pude empezar a sentir cómo el corazón me latía, fuerte latía, como pocas veces lo siento, y ahí me dí cuenta, estaba arriba del mostrador, cuero de carpincho, solita, no sé cómo llegó ahí. Y en eso me tranquilizo, reviso bien, está todo, están los verdes, qué suerte, pago en pesos, pido disculpas y me voy con el paquete. Al rato iba en el bondi por la avenida, ahí nomás, cerquita, había dado una vuelta en círculo para entregar la mercadería y otra vez me cayó la ficha, sabés, no sé cómo pero me cayó: las llaves seguían ahí, arriba de la mesa de trabajo y el chaboncito creo que tampoco sabe muy bien cómo es que caen las fichas, pero caen.

29 de diciembre de 2004

Gracias a Maxi Ezzaoui por el título.

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