[en proceso]
Cómo podré hacer, qué estrategia usar, qué discurso elegir, qué forma y contenido podré conjugar para que emerja.
Si existe finalmente la lucha de clases, una nueva clase se recorta en el horizonte. Todavía estamos a tiempo de hacerla visible, reconocerla, describirla, delimitarla, contornearla, problematizarla, discutirla y tal vez trascenderla. Que no se nos quede acá, al lado nuestro. Que no pretenda decirnos lo que no es.
Una desintegrada mixtura —artistas-aristócratas-burócratas-tecnócratas— levanta las banderas, deshilachadas, de supuesto faro en la gestión de cultura.
Encarnada en una sola persona o en varias, en grupos, asociaciones, siglas, en espacios, en organismos públicos, funcionariatos, la elevada figura del artista se imbrica con la del aristócrata reconociéndose separados de los demás mortales, articulando una burocracia técnocrática tan sólida como un castillo de naipes.
Allá arriba, unos pocos y elegidos, tocados por la varita de quién sabe qué dios mitológico, permítense considerarse elegidos para instalarse cómodamente en una posición tal que la distancia del vulgo sólo desparece cuando se dignan a acercarnos, a todos los demás, ese opaco destello de cultura que sólo ellos, por supuesto, poseen.
Es de destacar, por obvio, el inmenso grado de confusión que los envuelve, como una niebla espesa difícil de despejar de la vista. Por mucho que se frieguen los ojos, que parpadeen, que limpien sus cristales orgánicos, que traten de enfocar desenfocando, la confusión persiste.
Por obvias, también, persisten sus causas. Ideologías, marcos teóricos, andamiajes, referentes, conducciones, intelectualidades. Fuegos fatuos que elevan sus fatuas llamas al inalcanzable cielo de la política del conflicto, en nombre de otros dioses, cercanos, finalmente ilusorios de tan reales, que se les presentan en las narices y los abrazan, ilusoriamente.
Interesa en nuestro caso, ya puestos a describir, al artistócrata, el estilo, por ser muchos y variados, los estilos reconocibles en el ejercicio cotidiano de la impostura. Indignas de elogio las camaleónicas formas que asumen las visibilidades del espécimen, individual y-barra-o grupal suelen conseguirse, en oferta, en el tan enemigable mercado. Simultáneas, yuxtapuestas, complementarias, antagónicas, funcionales, imbricadas, aisladas, potenciadas, envanecidas, pirotécnicas, efímeras.
Somos artistas. Gran cosa llamarse artista. Para los que se llaman artistas. ¿Dónde reside el diferencial, por fuera de cada individuo en su práctica? ¿Hay algo consistente que desde afuera de la singularidad de la existencia nos sobredetermine, nos invista, nos estigmatice? ¿Implica consistencia alguna el hecho de llamarse artista?
Somos independientes. Claro. ¿Qué vendría a significar independiente en el marco de la confusión artistocrática que nos circunda? No he tenido aún la oportunidad de conocer su definición por intermedio de sus cultores, ni sus características salientes y filosos argumentos, en fin, su densidad. No me han sido develadas las huellas que lo independiente haya dejado como estela constitutiva en las prácticas que se envanecen con sus gonfalones y banderas. Ni siquiera me han llegado noticias de la existencia de ciertos indicadores a través de los que la independencia obtenga, o pueda obtener, la verosímil legitimidad de los resultados auspiciosos. Antes bien su ingenua veladura, o el falaz ocultamiento, o tal vez su más real inexistencia desdibujen con justicia la falsedad de la impostura.
Somos del teatro.
Somos auténticos.
Somos horizontales. Una cosa es ser horizontal. Otra es estar quedando horizontal, prácticamente en la lona. Por no haber sido capaces de construir juntos un modelo de gestión horizontal. Uno propio, participativo, eficiente, disfrutable, que contemple ese horizonte deseable y se encamine hacia él desmalezando, trabajando la tierra, sembrando, regando, acompañando el crecimiento al ritmo de las estaciones. Las de la naturaleza y las de las prácticas humanas, que son indisolublemente las mismas y nosotros aún sin llegar a comprenderlo.
Somos nacionales y populares. Justamente dos cuestiones difíciles de problematizar en este con-texto que nos toca.
Somos estandarte.
Somos eficientes.
Somos innovadores.
Somos gestionadores.
Somos amigotes.
Somos gobierno.
Cualquiera.
Somos nosotros. Todavía estamos a tiempo.
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8.11.10
10.5.10
Me acordé de algo
Soy el Pariacultural.
Tenemos que reflotar la idea de hacer «Los Parias», la galería abierta a todos los parias que no entran en ninguna otra galería, no porque no los dejen entrar, o porque los discriminen, o porque ellos no quieran (a veces, sí), sino porque no se da.
Tenemos que reflotar la idea de hacer «Los Parias», la galería abierta a todos los parias que no entran en ninguna otra galería, no porque no los dejen entrar, o porque los discriminen, o porque ellos no quieran (a veces, sí), sino porque no se da.
4.5.10
El guardián de la eficiencia de los propios modos
Las relaciones humanas son negociaciones.
Quiero llamarlas negocios. No me quiero limitar ideológicamente, viste.
Yo ando haciendo que los negocios emerjan y se estabilicen y duren; mientras los negocios duren, dura mi existencia y viceversa.
O sea, todos mis negocios son eficientes porque esa eficiencia es mi existir.
La eficiencia se compone de la sumatoria de los tipos de eficiencia derivados de los sub-sistemas involucrados en el funcionamiento de cada sistema-organismo, su propio modo. Hay eficiencias emocionales, operacionales, técnicas, económicas, procesuales, entre otras.
Mi negocio es garantizar la eficiencia de los propios modos, acompañar a descubrir los sub-sistemas y los sistemas, describirlos, trazar las interacciones e intersecciones, mensurar los intercambios, dimensionar los flujos, dinamizar las colaboraciones, optimizarlos, hacerlos eficientes.
Como no me quiero limitar ideológicamente, tengo que autoconvocarme y declararme oportunista, oportunista de las relaciones, un aprovechador: me aprovecho de lo que hay en cada rincón, en cada mente, en cada billetera y lo pongo en juego, eso tengo para poner, ése es mi juego.
Me aprovecho de todos los recursos, de las herramientas, las ideas, las capacidades, los saberes; del deseo me aprovecho.
Aprovecho que mi deseo es aprovechador —como todos los deseos— y me relaciono, hago negocios con todos los que me entienden, se los pido, pido que me entiendan y si no, pido que me crean y me dejen hacer.
Para no cargosear, los libero de la obligación de sostener a un boludo que quiere cambiar el mundo, con plata ajena.
05/05/2010
--
El concepto «Propio modo» lo incorporé trabajando con Silvia Mazza en su proyecto «El entrenamiento creativo y del pensamiento analógico», quien a su vez lo trabaja desde el Sistema CNF.
Quiero llamarlas negocios. No me quiero limitar ideológicamente, viste.
Yo ando haciendo que los negocios emerjan y se estabilicen y duren; mientras los negocios duren, dura mi existencia y viceversa.
O sea, todos mis negocios son eficientes porque esa eficiencia es mi existir.
La eficiencia se compone de la sumatoria de los tipos de eficiencia derivados de los sub-sistemas involucrados en el funcionamiento de cada sistema-organismo, su propio modo. Hay eficiencias emocionales, operacionales, técnicas, económicas, procesuales, entre otras.
Mi negocio es garantizar la eficiencia de los propios modos, acompañar a descubrir los sub-sistemas y los sistemas, describirlos, trazar las interacciones e intersecciones, mensurar los intercambios, dimensionar los flujos, dinamizar las colaboraciones, optimizarlos, hacerlos eficientes.
Como no me quiero limitar ideológicamente, tengo que autoconvocarme y declararme oportunista, oportunista de las relaciones, un aprovechador: me aprovecho de lo que hay en cada rincón, en cada mente, en cada billetera y lo pongo en juego, eso tengo para poner, ése es mi juego.
Me aprovecho de todos los recursos, de las herramientas, las ideas, las capacidades, los saberes; del deseo me aprovecho.
Aprovecho que mi deseo es aprovechador —como todos los deseos— y me relaciono, hago negocios con todos los que me entienden, se los pido, pido que me entiendan y si no, pido que me crean y me dejen hacer.
Para no cargosear, los libero de la obligación de sostener a un boludo que quiere cambiar el mundo, con plata ajena.
05/05/2010
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El concepto «Propio modo» lo incorporé trabajando con Silvia Mazza en su proyecto «El entrenamiento creativo y del pensamiento analógico», quien a su vez lo trabaja desde el Sistema CNF.
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19.4.10
Plataforma para gestionar la sustentabilidad de proyectos culturales escénicos
Formato legal / Sala y Escena: Programación / Escuela / Club
La plataforma de gestión sustentable se apoya en una tetralogía:
1. El formato legal, administrativo y contable
2. La sala y la escena: Programación
3. La escuela
4. El club
1. EL FORMATO LEGAL, ADMINISTRATIVO Y CONTABLE
Cada proyecto o emprendimiento escénico cultural que ya existe trae consigo un formato constitutivo, según el camino que venga recorriendo desde su emergencia. Un análisis diagnóstico permite evaluar la pertinencia y la eficiencia del formato existente, y definir una consolidación o un viraje hacia mejores posibilidades de crecimiento. Para los proyectos nacientes es estratégico enfocar desde el origen la definición de este aspecto, en función del desarrollo esperado en el tiempo.
~ Persona física, Persona jurídica.
~ Empresa/ S.A., S.R.L., Soc. de Hecho, Unipersonal.
~ Empresa social/ Cooperativa, Mutual.
~ ONG/ Fundación, Asociación civil, Club.
2. LA SALA Y LA ESCENA: PROGRAMACIÓN
La sala es el vacío en el que la escena, la acción creativa —individual y grupal, siempre colectiva como manifestación del arte y la cultura de la época— completa y despoja cíclicamente el instante-expresión, en intercambio activo y dinámico entre artistas y públicos. Movimiento que abre la posibilidad de una transformación en la naturaleza del momento compartido; un pasaje, un deslizamiento, una metamorfosis: del espectáculo a la vivencia (interacción, experiencia), del espectador al interactor (experimentador). La programación está indisolublemente atada, por un lado, a las particularidades de la sala que se tiene y a la escena que se configura, delimitación confusa que surge de insistencias, fallidos, repeticiones, apuestas, tensiones. Por otro lado, la programación no puede quedar desfasada, dislocada, separada de la fría realidad económica y financiera del proyecto. La apuesta más fuerte para la gestión es minimizar el desfasaje, inevitable, entre lo posible y lo deseable, articulando criterios taquilleros y riesgos de semillero en la configuración de una apuesta estética genuina, porque surja de la práctica y la reflexión, del disfrute y del análisis, del dejar ser y la evaluación.
3. LA ESCUELA
Nos toca en esta época, como en tantas otras les ha tocado a tantos otros, experimentar y desarrollar la relación maestro-aprendiz, para que la apuesta por la trascendencia de los proyectos culturales deje de pendular sin red, que deje de ser un salto a lo inevitable. La red es no sólo el amortiguamiento de la caída sino también la certeza de la contención, la certeza de que no estamos solos flotando en el mar de las tormentas institucionales. La escuela, el aprendizaje, la encarnadura de la transimisión es sin lugar a dudas la manifestación de la eternidad en acto. Toda enseñanza manifiesta su profundidad eterna en el instante de la interacción y en la con-secuencia rizomática del proceso. Ahí tenemos que estar, enseñando y aprendiendo lo que nos constituye.
4. EL CLUB
El club de cultura (de amigos, si de cultura no fuera viable) es una herramienta posible para generar comunidad, pertenencia, promoción y empoderamiento de los agentes involucrados, a nivel organización, hacia adentro y hacia afuera. Un formato institucional que facilita la captura del interés personal por afinidad estilística y/o vibración emocional, y la posterior gestión de la relación individual y colectiva en el tiempo, no sólo con los públicos sino también con los artistas e instituciones, con el objetivo de desarrollar las potencialidades de la sustentabilidad del cluster (conjunto) y la interacción enriquecedora con los demás nodos y clusters.
Un desafío posible es trabajar en la consolidación del marco legal Clubes de Cultura, si fuera esto viable, yo creo que sí, y convencernos nosotros de que es el camino y convencer a otros espacios de que nos acompañen y luego armar la Federación de Clubes. Algo de esto había en la idea del Triángulo y de Vœrtices. Si cada proyecto tiene su club de amigos, se podrían compartir socios (artistas, públicos e instituciones) y beneficios.
La plataforma de gestión sustentable se apoya en una tetralogía:
1. El formato legal, administrativo y contable
2. La sala y la escena: Programación
3. La escuela
4. El club
1. EL FORMATO LEGAL, ADMINISTRATIVO Y CONTABLE
Cada proyecto o emprendimiento escénico cultural que ya existe trae consigo un formato constitutivo, según el camino que venga recorriendo desde su emergencia. Un análisis diagnóstico permite evaluar la pertinencia y la eficiencia del formato existente, y definir una consolidación o un viraje hacia mejores posibilidades de crecimiento. Para los proyectos nacientes es estratégico enfocar desde el origen la definición de este aspecto, en función del desarrollo esperado en el tiempo.
~ Persona física, Persona jurídica.
~ Empresa/ S.A., S.R.L., Soc. de Hecho, Unipersonal.
~ Empresa social/ Cooperativa, Mutual.
~ ONG/ Fundación, Asociación civil, Club.
2. LA SALA Y LA ESCENA: PROGRAMACIÓN
La sala es el vacío en el que la escena, la acción creativa —individual y grupal, siempre colectiva como manifestación del arte y la cultura de la época— completa y despoja cíclicamente el instante-expresión, en intercambio activo y dinámico entre artistas y públicos. Movimiento que abre la posibilidad de una transformación en la naturaleza del momento compartido; un pasaje, un deslizamiento, una metamorfosis: del espectáculo a la vivencia (interacción, experiencia), del espectador al interactor (experimentador). La programación está indisolublemente atada, por un lado, a las particularidades de la sala que se tiene y a la escena que se configura, delimitación confusa que surge de insistencias, fallidos, repeticiones, apuestas, tensiones. Por otro lado, la programación no puede quedar desfasada, dislocada, separada de la fría realidad económica y financiera del proyecto. La apuesta más fuerte para la gestión es minimizar el desfasaje, inevitable, entre lo posible y lo deseable, articulando criterios taquilleros y riesgos de semillero en la configuración de una apuesta estética genuina, porque surja de la práctica y la reflexión, del disfrute y del análisis, del dejar ser y la evaluación.
3. LA ESCUELA
Nos toca en esta época, como en tantas otras les ha tocado a tantos otros, experimentar y desarrollar la relación maestro-aprendiz, para que la apuesta por la trascendencia de los proyectos culturales deje de pendular sin red, que deje de ser un salto a lo inevitable. La red es no sólo el amortiguamiento de la caída sino también la certeza de la contención, la certeza de que no estamos solos flotando en el mar de las tormentas institucionales. La escuela, el aprendizaje, la encarnadura de la transimisión es sin lugar a dudas la manifestación de la eternidad en acto. Toda enseñanza manifiesta su profundidad eterna en el instante de la interacción y en la con-secuencia rizomática del proceso. Ahí tenemos que estar, enseñando y aprendiendo lo que nos constituye.
4. EL CLUB
El club de cultura (de amigos, si de cultura no fuera viable) es una herramienta posible para generar comunidad, pertenencia, promoción y empoderamiento de los agentes involucrados, a nivel organización, hacia adentro y hacia afuera. Un formato institucional que facilita la captura del interés personal por afinidad estilística y/o vibración emocional, y la posterior gestión de la relación individual y colectiva en el tiempo, no sólo con los públicos sino también con los artistas e instituciones, con el objetivo de desarrollar las potencialidades de la sustentabilidad del cluster (conjunto) y la interacción enriquecedora con los demás nodos y clusters.
Un desafío posible es trabajar en la consolidación del marco legal Clubes de Cultura, si fuera esto viable, yo creo que sí, y convencernos nosotros de que es el camino y convencer a otros espacios de que nos acompañen y luego armar la Federación de Clubes. Algo de esto había en la idea del Triángulo y de Vœrtices. Si cada proyecto tiene su club de amigos, se podrían compartir socios (artistas, públicos e instituciones) y beneficios.
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Hacia una vitalidad sustentable desde el propio modo y la eficiencia
Una propuesta de taller colaborativo de gestión de proyectos culturales.
Posibles destinatarios:
Espacios independientes de cultura; grupos-compañías de teatro, danza, circo; músicos; diseñadores; artesanos; artistas; entre otros.
Se propone encauzar un análisis diagnóstico por conjuntos y de cada proyecto a nivel:
> Organizacional
> Comunicacional
A través de la puesta en común de:
> Los formatos institucionales, de gestión y artísticos, su estado actual y el devenir del proceso de construcción. Equipo de trabajo, áreas, liderazgos, responsabilidades, roles, identidad, pertenencias.
> Las realidades económicas, financieras, laborales, artísticas, legales y contables. Se pretende evaluar el estado anualizado de los números: capital, desglose de costos, facturación, cantidad de público y artistas, recursos propios y externos, subsidios, sus % de participación, plan de inversiones, rentabilidad.
> Las herramientas de gestión, administración y comunicación actualmente en uso. Registro y evaluación de datos, planillas manuales y excel, agenda, manejo de personal, sistema informático, base de datos, newsletter, discurso, sitio web, blog, carpeta institucional y de negocios, marca, sistema gráfico, estrategia y planificación comunicacional.
Vamos a intentar aproximarnos a:
> Creación de nuevas herramientas de gestión.
> Definición de los públicos generales y específicos.
> Hacer visibles los funcionamientos existentes con espíritu de red distribuida.
> Explorar las posibilidades reales de trabajo colaborativo, compartiendo todo tipo de recursos.
Nos proponemos:
> Arribar al nombramiento y la definición de las políticas puestas en juego.
> Elaborar una plataforma estratégica para el desarrollo de las acciones en el corto, mediano y largo plazo.
> Describir a manera de listado relacional categorizado todas las acciones involucradas en la implementación de la estrategia.
--
La idea de vitalidad está inspirada en el trabajo «Del desarrollo prepotente a la vitalidad conciente», de Carlos V. Schmidt Colque.
El concepto «Propio modo» lo incorporé trabajando con Silvia Mazza en su proyecto «El entrenamiento creativo y del pensamiento analógico», quien a su vez lo trabaja desde el Sistema CNF.
Posibles destinatarios:
Espacios independientes de cultura; grupos-compañías de teatro, danza, circo; músicos; diseñadores; artesanos; artistas; entre otros.
Se propone encauzar un análisis diagnóstico por conjuntos y de cada proyecto a nivel:
> Organizacional
> Comunicacional
A través de la puesta en común de:
> Los formatos institucionales, de gestión y artísticos, su estado actual y el devenir del proceso de construcción. Equipo de trabajo, áreas, liderazgos, responsabilidades, roles, identidad, pertenencias.
> Las realidades económicas, financieras, laborales, artísticas, legales y contables. Se pretende evaluar el estado anualizado de los números: capital, desglose de costos, facturación, cantidad de público y artistas, recursos propios y externos, subsidios, sus % de participación, plan de inversiones, rentabilidad.
> Las herramientas de gestión, administración y comunicación actualmente en uso. Registro y evaluación de datos, planillas manuales y excel, agenda, manejo de personal, sistema informático, base de datos, newsletter, discurso, sitio web, blog, carpeta institucional y de negocios, marca, sistema gráfico, estrategia y planificación comunicacional.
Vamos a intentar aproximarnos a:
> Creación de nuevas herramientas de gestión.
> Definición de los públicos generales y específicos.
> Hacer visibles los funcionamientos existentes con espíritu de red distribuida.
> Explorar las posibilidades reales de trabajo colaborativo, compartiendo todo tipo de recursos.
Nos proponemos:
> Arribar al nombramiento y la definición de las políticas puestas en juego.
> Elaborar una plataforma estratégica para el desarrollo de las acciones en el corto, mediano y largo plazo.
> Describir a manera de listado relacional categorizado todas las acciones involucradas en la implementación de la estrategia.
--
La idea de vitalidad está inspirada en el trabajo «Del desarrollo prepotente a la vitalidad conciente», de Carlos V. Schmidt Colque.
El concepto «Propio modo» lo incorporé trabajando con Silvia Mazza en su proyecto «El entrenamiento creativo y del pensamiento analógico», quien a su vez lo trabaja desde el Sistema CNF.
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7.12.09
Estigarribia y Tarragó vivieron en Concepción
Y sí, así se van cruzando las líneas de esta telaraña.
Resulta que en la proyección de «Poeta del Guarán» estuvo Miguel Picazzo, entusiasta chamamecero local quien trajo la sustanciosa noticia que confirma la presencia en Concepción del Uruguay de nuestros personajes de marras. Don Orlando Enriquez, cantor chamamecero, aún vive y recuerda a sus compañeros de andanzas Estigarribia y Tarragó. Esperamos tener la oportunidad de visitar a Don Orlando para mostrarle la película y registrar sus recuerdos.
A posteriori de la proyección, el mismísimo Miguelito Picazzo se encargó de presentarnos a la muchachada chamamecera mediática: fuimos invitados a LT11 para contar sobre la película y ya empezamos las gestiones para proyectarla pronto masivamente en algún encuentro chamamecero. El Gauchito dirá.
Resulta que en la proyección de «Poeta del Guarán» estuvo Miguel Picazzo, entusiasta chamamecero local quien trajo la sustanciosa noticia que confirma la presencia en Concepción del Uruguay de nuestros personajes de marras. Don Orlando Enriquez, cantor chamamecero, aún vive y recuerda a sus compañeros de andanzas Estigarribia y Tarragó. Esperamos tener la oportunidad de visitar a Don Orlando para mostrarle la película y registrar sus recuerdos.
A posteriori de la proyección, el mismísimo Miguelito Picazzo se encargó de presentarnos a la muchachada chamamecera mediática: fuimos invitados a LT11 para contar sobre la película y ya empezamos las gestiones para proyectarla pronto masivamente en algún encuentro chamamecero. El Gauchito dirá.
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6.12.09
Poeta del Guarán en Concepción del Uruguay
Una circunstancia fortuita dispara infinitas posibilidades.
El miércoles 2 de diciembre proyectamos, en el nuevo auditorio municipal de Urquiza y 8 de junio, el documental Poeta del Guarán, emotiva oda a la inclasificable existencia de Don Edgar Estigarribia, enorme poeta, glosista y decidor de chamamé.
Tenemos la suerte de contar con esta película gracias a la gentileza de Federico Martini Crotti, su prolífico y pluriespecialista director, actualmente dedicado a una vida sin sobresaltos —en camino de ser padres junto a Nechi— en un recóndito paraje del alejado Departamento de Rocha, en la Banda Oriental.
La proyección fue posible gracias al trabajo de Gastón Mercanzini, Director de Cultura de la Municipalidad de C. del Uruguay y de un grupo de entusiastas jóvenes locales, nucleados por la germinal idea de desarrollar un nuevo espacio de cultura que aporte a la enorme diversidad comprobable en el ámbito uruguayense.
El miércoles 2 de diciembre proyectamos, en el nuevo auditorio municipal de Urquiza y 8 de junio, el documental Poeta del Guarán, emotiva oda a la inclasificable existencia de Don Edgar Estigarribia, enorme poeta, glosista y decidor de chamamé.
Tenemos la suerte de contar con esta película gracias a la gentileza de Federico Martini Crotti, su prolífico y pluriespecialista director, actualmente dedicado a una vida sin sobresaltos —en camino de ser padres junto a Nechi— en un recóndito paraje del alejado Departamento de Rocha, en la Banda Oriental.
La proyección fue posible gracias al trabajo de Gastón Mercanzini, Director de Cultura de la Municipalidad de C. del Uruguay y de un grupo de entusiastas jóvenes locales, nucleados por la germinal idea de desarrollar un nuevo espacio de cultura que aporte a la enorme diversidad comprobable en el ámbito uruguayense.
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