ni molinos ni luchas ni guarismos
atenta escucha y un vigor
enarbolando diariamente la bandera
una bandera vieja, deslucida
tan como un silencio enorme
que no suelta sus andanzas
mejores simultáneas
doscientas mil razones pueden
deshacerse, inexistir
no haber existido nunca
ante el regocijo diligente del mirar
desprovisto finalmente
de símbolos, totalmente de sentidos
una calma furia merodea
tintinea su fijeza insistidora
muéstrase a tientas, tentadora
algo está ya dicho ya inscripto
ya olvidado inextinguible
franca la (des)mesura
filamentos quedos al inhóspito
mar de la existencia trastabillan
y se rozan y se imbrican se distancian
atrayéndose cercanos al adentro
inevitable del deseo más conciso
que la transpiración de los cuerpos quiso
pido entonces a los dioses
un corcel amablemente endemoniado
que me lleve en su grupa hasta la torre
aquella ruina circular que rodea a la princesa
cáigase el velo y deje ver la redondez
imperfecta de tus senos siderales
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1 comentario:
un romántico de antaño
viva el amor
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