21.4.10

Me pidieron un texto

Mariana Pereiro y Guille Capocci están a punto de editar su primer disco, Lucero.
Me pidieron que escriba algo. Salió esto, un delirio.

--

Cruz del Sur*

¿Será bien visto cambiarle el nombre a la creación de mis amigos cuando el pedido fue escuchar y escribir?

Esta obra podría llamarse Cruz del Sur en lugar de Lucero, o bien portar con desenfado ambos nombres.

Según algunos de los importantes historiadores occidentales, de las grandes civilizaciones emergidas en esta tierra redonda en la que existimos, casi todas se consolidaron en el hemisferio norte. Sólo una brotó en el hemisferio sur, hacia abajo del Ecuador: la civilización Andina. Para Toynbee, por ejemplo, son seis las grandes macro-civilizaciones planetarias: la Egipcíaca, la Sumérica, la Minoica, la Sínica, la Maya y la Andina, describiendo además otras 15 civilizaciones denominadas filiales.

Lo interesante es que todas, tanto las del norte como la del sur pudieron ver sólo una parte del cielo, la mitad. En el hemisferio norte, la referencia astronómica es un punto existente, luminoso y estático: el planeta Venus —el Lucero—, el segundo objeto más visible en el firmamento después de la Luna; también suele serlo la llamada Estrella Polar, encarnada por distintos astros en la historia de la humanidad. En el hemisferio sur, en cambio, cuatro estrellas —la Cruz del Sur— coronan con su movimiento dinámico el vacío celeste sin referente luminoso al sur astronómico. Me pregunto si el abordaje de la complementariedad cosmovisional planetaria es una deuda por honrar.

La macro-civilización Andina, emergida hace al menos nueve mil años alrededor del Lago Titicaca, evolucionó acompañada de las fluctuaciones del nivel de las aguas a través del tiempo. El Tawantinsuyo constituye el centro civilizatorio del sur de este nuestro continente mal llamado América, ordenando en una línea recta y equidistantes a los cuatro centros urbanos más importantes: Oruro, Tiahuanacu, Pucara y Cuzco.

La cruz sin centro es una figura frecuente en la representación del arte andino. La cualidad intrínseca de la configuración formal de la Cruz del Sur resulta en delimitar cuatro campos luminosos alrededor de un centro ciego, un vacío. Los hombres sabios de los andes dicen que cuatro espíritus nos constituyen: AJAYU, relacionado con nuestros ancestros y cuyo centro de reverencias es la HUACA o mausoleo de nuestros antepasados; KAMASA, traducido como coraje que busca y lucha por la equidad en la diversidad; HAMCAYU encarna el sentido o la ubicuidad que se da por la complementariedad del PACHA; por último CH’AMA, el ánimo, que permite la acción en el ámbito de la ética de la reciprocidad. El centro vacío por su parte, al igual que los agujeros negros del cosmos, concentra y expulsa el sentir sistémico, que al no tener relación objetual es totalmente comunitario.

La plataforma cosmovisional de la civilización andina puede describirse entonces de este modo:

--
ÉTICA/ De la reciprocidad/ AYNI
La moral del respeto al acuerdo conciente
Saber conocer/ YATITHA
--
ESTÉTICA/ De la equidad en la diversidad/ JIHUAQUI
La estética de la muerte
Saber representar/ UNANCHATHA
--
AXIOLOGÍA/ De la complementariedad/ PACHA
El valor de la alternancia
Saber estar/ TOQUETHA
--
ONTOLOGÍA/ De los ancestros/ HUACA
El origen de los ancestros
Saber percibir/ HUMAUTHA
--
Sentir sistémico
Vacío integrador/ JIWASA
--

La apuesta de este texto es que una atenta escucha del inclasificable trabajo parido por Pereiro y Capocci —casi diez años de gestación— nos adentre en un juego: ubicar cada uno de los temas en el campo que resulte afin a nuestra vibración cósmica. Por mi parte ya tengo la percepción abiertamente delimitada.

Mauroliver
Abril de 2010

--
*Inspirado en el trabajo «Del desarrollo prepotente a la vitalidad conciente», de Carlos V. Schmidt Colque.



No hay comentarios: