27.3.10

Serestar

Recién llego al hogar, ando montado en pelo en azulejo, acompañado por los chiquilines pancho y nuestro; atardece un hermosor frescálido y venturoso para espíritus libres y el amor todo lo tiñe de vitalidad, la enfermedad de las certezas va dejando paso, poco a poco, a la salud del vacío.

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