10.12.09

Un buen mate

Para disfrutar tomando un buen mate, recomendamos algunas cuestiones.

Utilizar mate de calabaza, también llamado «porongo»; se sugiere de boca ancha, con posamate.



Si es mate nuevo, acá van algunas instrucciones para «curarlo», antes de usar:

Llenarlo hasta la virola con la yerba usada en una cebadura cualquiera del mate cotidiano. Dejar reposar un par de días. Tirar la yerba. Repetir la operación una o dos veces más. No asustarse por el color, olor y bichitos que puedan visitar a la yerba y al mate. Nunca lavar el mate, solamente limpiarlo con una cuchara.

(El que haya recibido el mate ya curado, favor de no prestar atención a lo anteriormente mencionado)

Instrucciones para cebar:
a. En lo posible, comenzar la cebadura antes del amanecer.
b. Calentar el agua al fuego mínimo más mínimo que sea posible, y si hay fuego a las brasas, mucho mejor.
c. Colar la yerba con un cernidor metálico, y desechar todo el polvillo que fue colado. O sea, cebar el mate con la yerba más «gruesa».
d. La cantidad de yerba debe cubrir entre el 40% y el 60% del volumen del mate. Luego, con la superficie de la yerba generar un plano inclinado hacia un lado, tapando la boca con la palma de la mano.
e. Comenzar a mojar la yerba con el agua aún tibia, pausadamente, con chorros cortos, del lado inclinado más profundo, todavía sin meter la bombilla, haciendo que la superficie del agua moje la mitad de la yerba. Nunca debe mojarla toda.
f. Insertar la bombilla cuidadosamente en el lado mojado de la yerba, cuidando de tapar con el dedo índice el orificio que luego irá a la boca. Esto reducirá las posibilidades de que la bombilla se «tape».
g. El punto ideal de la temperatura del agua se comprueba al tacto: con la mano apoyada suavemente sobre la manija, habrá un momento donde comenzará a sentirse una vibración sutil que sube desde el fondo de la pava. A partir de aquí, cada persona podrá encontrar el punto justo, adecuado a su paladar.
h. Cebar mates «cortos», manteniendo iguales superficies de yerba mojada y seca.
i. Al cabo de un rato, podrá «darse vuelta» la cebada: sacando la bombilla e insertándola nuevamente (ver punto f.), ahora en el lado seco de la yerba, invirtiendo el plano inclinado (ver punto d.).
j. Repetimos, se aconseja no lavar nunca el mate, simplemente vaciarle la yerba con una cucahara y dejar descansar hasta la próxima cebadura.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Acaso debamos reemplazar la vieja (¿inmigrante?) frase "ha pasado mucha agua bajo el puente" por "ha pasado mucha agua por el mate".

Por el de casa ha corrido todo un Paraná, lo aseguro, desde que me lo consiguió Lauta en el Patio del Mate, allá en Gualeguaychú.

Santo Grial de entrecasa.

MPV dijo...

O porque no decir, estamos bien con el agua, ya que el mate nos gratifica y redimensiona nuestra conciencia, que no es la ciencia...

Ned Fornarolanders dijo...

Ufff, qué ganas de tomarme unos mates con usted amigo!!! Cuánto lo quiero y cuánto lo ecstraño!!!
Pero bueno, habrá que esperar. Y esa espera solo incrementa el cariño que yo siempre he sentido por ud.
Como le anda?
Abrazo!!!

Lautaro Lupi dijo...

¡lo que es la vida! ¡Que quedó de aquel tomacocacola!
Si me habrás salivado el mate por convidártelo, y ahora dando consejos como viejo tomador.
La fuerza de la tierra y los genes te doblegaron.
Este mate que me tomo va a tu salud.

CVR dijo...

Excelente consejos, en general. Ojo con el que recomienda medir la temperatura con el tacto. Santiago no tuvo la mejor idea de hacer caso del instructivo de Don Oliver. Y no quedó pegado de puro zapallo (léase: térmica, interruptor, thompson...). Como buen estudiante universitario, calienta el agua con un calentador eléctrico (de esos que se enchufan, ideales para las oficinas o para cuando se acaba el gas de la garrafa).