Una de amores y fervores

Mientras contemplo extasiado con fugacidad de viajero el paisaje litoraleño, entre cientos de garzas blancas y resplandores de primavera, quiero compartir con todos los colifatos y colifatas que la visita del sábado 28 me devolvió a mi hogar entrerriano con tarea para hacer: abrió infinitas puertas a la posibilidad de pensar —en lugar de ser pensado por— algunas cuestiones fundamentales de mi precaria y efímera existencia. Una dellas es la bajada de línea, cuestión que el afuera me hace revisitar oportunamente, teniendo que mirar padentro. Quiero agradecerle a Fefo, a quien no conozco, por encarnar —desde su cariñoso y esclarecedor enojo que desenmascara— esa voz mía que necesita ser en otros para hablarme y para ser decidora. Quiero también decir gracias a la instalación artística terapéutica mediática de la colifata, por el aporte obrado al estar-siendo el organismo-red en el que se movilizan estas manifestaciones psicosocioculturales.

Las demás cuestiones que se me han aparecido, amorosamente, y que ahora me acompañan a flor de piel, me las reservo para mantenerlas encendidas como llamitas en la intimidad del deseo.

Abrazos entrerrianos,

mauroliver
desdel verdor y la cabalgadura

29/08/2010